Tras cerca de diez horas de reunión, el Gobierno israelí difundió un comunicado donde se expone el plan de Netanyahu para «derrotar a Hamás», que incluye ocupar la Ciudad de Gaza, sin aclarar qué sucederá con el resto del enclave, a pesar de que el primer ministro había declarado su intención de extender la operación a toda la Franja antes de empezar la sesión de debate con el gabinete.
«Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) se prepararán para tomar el control de la Ciudad de Gaza y garantizar la provisión de ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate», concreta el comunicado.
El Gobierno también asegura que el gabinete adoptó «por mayoría de votos» cinco principios para terminar la guerra: desarmar Hamás, el regreso de todos los rehenes con o sin vida, la desmilitarización de la Franja de Gaza, el control israelí de la seguridad en el enclave y el establecimiento de una «administración civil alternativa» que no sea ni de Hamás ni de la Autoridad Palestina, que actualmente gobierna en partes de la Cisjordania ocupada.
El riesgo de que Israel se tome la Franja de Gaza
Según el comunicado, en la reunión se descartó un «plan alternativo» al considerarse que no «lograría ni la derrota de Hamás ni el regreso de los rehenes».
Sin más alusiones oficiales, medios israelíes recogen que este plan habría llegado del jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Eyal Zamir, quien ya se había enfrentado a Netanyahu al expresar su rechazo a ocupar toda la Franja.
En los últimos días, los principales medios del país filtraron la intención de Netanyahu de expandir la ofensiva a las zonas donde se cree que están los rehenes en un plan de varias fases.
En la primera de ellas, las tropas ocuparían Ciudad de Gaza y forzarían el desplazamiento del millón de gazatíes que se concentran en esta norteña urbe a la zona de Mawasi (sur), abarrotada ya de desplazados.