Xi indicó que la relación entre China y Estados Unidos, de cuyo establecimiento se cumple en 2024 el 45 aniversario, “ha superado las dificultades y ha avanzado en general, beneficiando no solo a los dos pueblos, sino también a la paz, la estabilidad y la prosperidad del mundo”, recogió este lunes la cadena estatal CCTV.
Biden y Xi Jinping refuerzan compromisos en cumbre APEC
El mandatario del gigante asiático subrayó que desea “trabajar junto con Biden para continuar guiando y navegando las relaciones entre China y Estados Unidos, beneficiar a los dos países y a los dos pueblos, y promover la causa de la paz y el desarrollo mundial”.
“Las dos partes deben implementar los consensos y resultados alcanzados por los dos jefes de Estado, y promover el desarrollo estable, saludable y sostenible de las relaciones entre China y Estados Unidos con acciones concretas”, aseguró el líder chino a su homólogo, en referencia a la reunión que mantuvieron ambos en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco el pasado noviembre.
Por su parte, Biden expresó en su mensaje que, “desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1979, los contactos entre Estados Unidos y China han fomentado la prosperidad y las oportunidades para Estados Unidos, China y el mundo entero”, según CCTV.
Redefiniendo la relación
El mandatario estadounidense se comprometió a “gestionar de forma responsable” las relaciones y transmitió a Xi su esperanza de “seguir avanzando en los lazos entre Estados Unidos y China sobre la base del progreso logrado por sus predecesores y de sus múltiples reuniones”.
Las relaciones entre China y Estados Unidos viven una época de deshielo tras meses de hostilidades a cuenta de tensiones comerciales, la competencia tecnológica y nuevos episodios de sanciones mutuas, entre otros asuntos.
Pese a que continúan existiendo roces en cuestiones como Taiwán o el mar Meridional de China, ambas potencias reanudaron el pasado 22 de diciembre el diálogo militar de alto nivel, que había sido suspendido por Pekín después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitase Taiwán en agosto de 2022, un viaje que enfureció a las autoridades chinas.