«Nuestra postura es simple: no podemos fiarnos de la palabra de esa persona», dijo Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores, en alusión al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al Canal Uno de la televisión rusa.
Lavrov subrayó que Rusia necesita «garantías claras» y que, a la vista de los precedentes, «éstas sólo pueden ser resultado de una orden de Washington a Zelenski y a su equipo para que lo hagan de esa forma y no de otra».
«Me parece que nuestros socios estadounidenses captaron nuestra señal», añadió.
El jefe de la diplomacia rusa admitió que la reanudación de la tregua en el mar Negro fue uno de los principales asuntos abordados con EEUU en Riad, como acordaron hace una semana en conversación telefónica los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump.

Horas antes de las declaraciones de Lavrov, el portavoz del Kremlin aseguró que mantendrá en secreto los detalles de las negociaciones con Estados Unidos, alegando que habían entrado en detalles que están siendo ya analizados por ambos países.
«Durante estas negociaciones nos sumergimos en los detalles, por eso, por supuesto, su contenido no se hará público», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.