BRASILIA.- La comunidad internacional ha reaccionado con indignación creciente tras la orden de arresto emitida por el gobierno de Nicolás Maduro contra su principal rival político, González. En respuesta, Estados Unidos ha advertido que tomará medidas adicionales si no se revierte esta acción, calificándola como un ataque directo a la democracia y a los derechos humanos en Venezuela.
La medida judicial ha sido condenada por líderes de diversos países, quienes ven en este acto un intento de Maduro por silenciar a la oposición en un momento crítico para el país.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su preocupación por el impacto negativo que esta decisión podría tener en las negociaciones diplomáticas en curso, advirtiendo que complica aún más la búsqueda de una solución pacífica a la crisis venezolana.
Por su parte, la administración estadounidense ha dejado claro que no tolerará este tipo de represalias políticas. “Estamos preparados para responder con acciones contundentes si este abuso de poder no es rectificado inmediatamente”, declaró un portavoz del Departamento de Estado.
Mientras tanto, organismos internacionales de derechos humanos y varios gobiernos latinoamericanos han unido sus voces al rechazo global, exigiendo la liberación de González y el respeto a los procesos democráticos en Venezuela.
La situación ha generado una ola de tensión diplomática que amenaza con aislar aún más al régimen de Maduro en el escenario internacional.
