SANTO DOMINGO.- La República Dominicana conmemora este jueves el 63 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, fecha que encuentra a Quisqueya con un significativo crecimiento de los que aún conociendo la parte más cruel del régimen prosiguen el legado de esa era sangrienta.
Con los resultados obtenidos por el partido del nieto del Tirano, Ramfis Domínguez Trujillo, en las pasadas elecciones congresuales y presidenciales, quedó demostrado que la raíz del Truilismo está repollando.
El partido Esperanza Democrática que fundó y lidera el nieto de El jefe, logró más del 1 % de los votos en los pasados comicios del 19 de mayo, desplazando al extinto Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
La candidatura de Ramfis Trujillo fue objetada por la Junta Central Electoral (JCE) al considerar que este mantiene la nacionalidad dominicana y estadounidense y para ser presidente del país la Constitución establece que solo la primera de ellas es válida. Por esas mismas razones tampoco pudo participar en los comicios de 2020.
La figura de Trujillo y ejecutoria de su gobierno despierta pasiones y levanta enconadas controversias. Su prolongada tiranía y el momento histórico que le tocó juegan como factores cuyo peso mantienen una extraña vigencia de su persona en el imaginario popular.
Cuando accedió al poder en agosto de 1930, el antiguo telegrafista de San Cristóbal estaba destinado a convertirse en el hombre que inauguraría las bases del Estado como lo conocemos hoy, imbuido de arrestos de grandeza que siempre le caracterizó, y matizado el progreso material que impulsó encharcado en crímenes y latrocinio de toda laya.
Con el tiempo, Trujillo se convertiría no sólo en el más influyente jefe militar, sino también el principal empresario y hacendado dominicano.
Su sagacidad tras las cortinas del poder que detentaba su antecesor, Horacio Vásquez le permitió obrar a la sombra para orquestar un levantamiento aparentemente cívico que, en realidad, no era más que su ardid maestro para hacerse con la Presidencia.
Los que ajusticiaron al jefe
El martes 30 de mayo de 1961, a las 9:45 de la noche, en el kilómetro 9 de la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal, el auto en el que viajaba Trujillo fue ametrallado en una emboscada urdida por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Manuel «Tunti» Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.